miércoles, diciembre 06, 2006

Flashbacks, Timothy Leary


¡Dios es una sustancia, una droga!
Gottfried Benn


Todavía me pregunto cómo es que aún no han hecho una película sobre la vida de Timothy Leary. Su autobiografía parece una novela elaborada en los laboratorios de Hollywood: romances, intrigas políticas, persecuciones (con fuga de cárcel incluida), revelaciones místicas, traiciones; parece una novela de formación, o una picaresca, una novela histórica o de suspense. Pero no es una novela. No es ficción, es la vida de Leary.

El elitismo europeo bajo el cual creció Hofmann le hizo oponerse, desde que descubrió los efectos enteogénicos del LSD, ha cualquier intento de masificación de la sustancia. Realizaba sesiones con filósofos, escritores, intelectuales y artistas. Leary creyó lo contrario: había que llevar a cabo una cruzada psicodélica, una revolución neurológica. Desde el Departamento de Psicología de la Universidad de Harvard, la médula intelectual del Imperialismo Norteamericano, comenzó el Proyecto Psilocibina. Preparaban gente para realizar sesiones con personas comunes y corrientes. Simultáneamente, junto a Allen Ginsberg idearon el Gran Plan: iniciar y adiestrar, en la expansión de la conciencia, a estadounidenses influyentes, para así obtener una corriente de opinión pública que apoyara programas masivos de investigación y centros de enseñanza para el consumo inteligente de las drogas.
Por este libro (y por las sesiones con LSD) transitan médicos de Harvard, feligreses protestantes, agentes de la CIA, presos de una penitenciaría, Kerouac, Burroughs, Ginsberg, swamis de la india, los Beatles, los Rolling Stones, Huxley y hasta Marilyn Monroe.
Todo parecía ir sobre ruedas, o sobre alas, pero como dije al comienzo, la vida de Leary parece sacada de una película y muy pronto se produce el quiebre. Cuando se presenta como candidato a gobernador de California, todas las fuerzas republicanas que dominaban el poder persiguen a Leary. Se convierte, en palabras de Nixon, en el hombre más peligroso de América. Su cruzada llama a los jóvenes a enchufarse con el interior, sintonizar con el exterior, y retirarse de todo aquello que te perjudique (Turn on, tune in, drop out). No quería organizar una nueva religión, sino que cada uno creara su propia religión. Creía que era necesario adoptar y orientar hacia un fin pacifista todos los progresos alcanzados por la evolución humana. Y tal como los aviones nos permitían llegar más rápido de un lugar a otro, el LSD había sido descubierto para expandir la conciencia, para llegar neurológicamente más lejos. Lo cual, a fin de cuentas, concedería mayor libertad al ser humano y le restaría poder a las elites dominantes. Razón de sobra para encerrarlo durante siete años por portar dos colas de marihuana.
Entretenida, por momentos apasionante y llena de humor, aunque sin gran profundidad, Flashbacks es la historia de uno de los más importantes defensores de la autonomía en la expansión de la conciencia.

Flashbacks, una autobiografía. Timothy Leary. Alpha Decay, 699 pp.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un blog estupendo, el contenido es interesantisimo y definitivamente afin al de nuestro blog.
Saludos y pasaré por aqui con frecuencia!:)

Enteogénesis dijo...

Muchas gracias amputacioneS... Pase por ahi y se ve muy interesante...

Anónimo dijo...
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