jueves, abril 24, 2008

Panegírico a María Sabina



(alabanza contrafactual para especial de hongos en la revista cañamo)


María Sabina. Madre Sabia. Si no hubieses sido generosa...
...Gordon Wasson no hubiese sido el primer occidental en conocer los hongos mágicos, y no hubiese divulgado el secreto guardado por los indígenas durante más de cuatro siglos, ni jamás hubiese podido compartir una sesión junto a ti y a Albert Hofmann, quien no habría sintetizado y bautizado el alcaloide del hongo como psilocibina, y sin nombre ni pastilla sintética, jamás habría existido el Proyecto Psilocibina en la Escuela de Harvard, conducido por el joven y prometedor académico Timothy Leary...
María Sabina. Santa Madre Sabia. Si no hubieses compartido tus secretos...
...Leary no hubiese creado el Proyecto Psilocibina, y no habría podido llevar a cabo sus sesiones enteogénicas con estudiantes, quienes no habrían acudido con devoción a ellas, en cuyo caso no hubieran expulsado a Leary de Harvard; ni sus sesiones con los clérigos, quienes no habrían tenido, en sus palabras, la experiencia más religiosa de sus vidas; ni con los presos, y Harvard jamás habría descubierto que, después de algunos años de uso mensual de psilocibina sintética, la tasas de reincidencia de los criminales puestos en libertad disminuían un 70%. Lo más seguro es que, de no haber trabajado con los hongos, Leary no habría experimentado con el LSD, y...
...no habría iniciado una revolución neurológica, encargando más de dos millones de dosis de ácido para la juventud norteamericana. Sin aquellas dosis, nada habríamos sabido del rock psicodélico, ni de los hippies, ni de Jimmy Hendrix, ni de Syd Barret al otro lado del Atlántico, y no habría existido Sgt. Pepper, ni Los Jaivas, ni el psytrance, ni las ceremonias neo-chamánicas y, probablemente, no habría surgido curiosidad alguna por la movida oriental, los gringos no se hubieran manifestado pacíficamente contra Vietnam, y no hubiese habido una revolución sexual (seguiríamos vírgenes hasta el matrimonio), y en Chile las madres no hubiesen corrido a Piedra Roja para evitar que sus hijas perdieran la moral, ni Hunter Thompson habría viajado a Las Vegas, ni Allen Ginsberg hubiese emitido su aullido, ni Jim Jarmusch hubiese concebido Dead Man y, seguramente, Matt Groening trabajaría hoy de dibujante técnico en una oficina de arquitectos.
María Sabia. Madre Bendita. De no haber sido por ti...
...lo más seguro es que ninguno de nosotros habría probado una droga psicodélica en sus vidas, ni yo estaría escribiendo sobre esto, ni ustedes leyéndolo.
María Bendita, Madre Sabina, bendito es el fruto de tu ciencia, rogamos por alcanzar tu sabiduría, ahora y en la hora de nuestro de viaje.
Amén.